Impartida por: Prof. Alfredo grande. INNOVA Center. European Center for Innovation in
Virtual Archaeology. Sevilla.
Objetivos de la
asignatura
Aportar
conocimiento sobre los conceptos, condiciones y límites en los que se
desarrolla la investigación del patrimonio arqueológico en su apartado de
reconstrucción y anastilosis usando como herramienta los recursos digitales.
Crear una consciencia sobre el hecho patrimonial y la influencia positiva y
negativa que para su conocimiento y difusión tiene el uso de las herramientas
digitales. Finalmente, familiarizar al alumno con las metodologías, estrategias
y técnicas básicas para la reconstrucción y anastilosis virtual del Patrimonio Arqueológico,
facilitando un estado del arte de los modelos y métodos más frecuentes e
incorporar metodologías que faciliten la calidad y excelencia de la
investigación dentro de los estándares internacionales.
Opinión
personal
Este
ha sido un tema que me gustado muchísimo, sobre todo, porque se centra en las
reconstrucciones virtuales que es el tema que más interesaba conocer cuando
comencé este Máster. Gracias a este he podido resolver algunas dudas que tenía
de temas anteriores como por ejemplo saber diferenciar, por fin, entre
reconstrucción, recreación, restauración y anastilosis virtual. También me ha
ayudado a interiorizar aún más los Principios de Sevilla. Este está muy bien
estructurado y explicado, lo cual es de agradecer en temas en los que no
tenemos muchos conocimientos previos.
Algunas
definiciones que debemos tener en cuenta son:
Anastilosis virtual: Recomposición, a partir de un modelo virtual 3D de su estado de conservación, de las partes existentes pero desmembradas en un modelo virtual con objeto de recuperar visualmente lo que existió en algún momento anterior al presente.
Restauración virtual: Reordenación, a partir de un modelo virtual 3D de su estado de conservación, de los restos materiales existentes con objeto de recuperar visualmente lo que existió en algún momento anterior al presente.
Reconstrucción virtual: Intento de recuperación visual, a partir de un modelo virtual, en un momento determinado de una construcción u objeto fabricado por el ser humano en el pasado a partir de las evidencias físicas existentes sobre dicha construcción u objeto, las inferencias comparativas científicamente razonables y en general todos los estudios llevados a cabo por un equipo multidisciplinario.
Recreación virtual: Intento de recuperación visual, a partir de un modelo virtual de cualquier tipo, del pasado en un momento determinado de un sitio arqueológico, incluyendo cultura material (patrimonio mueble e inmueble), entorno, paisaje, usos, y en general significación cultural.
Hipótesis virtual arqueológica: Conjunto de afirmaciones de carácter hipotético y consensuado, que en su combinación definen y determinan la propuesta virtual, total, parcial o fragmental de un bien del Patrimonio Arqueológico, en un espacio y tiempo determinado. Esta define una imagen virtual de un bien arqueológico a partir de cómo creamos que fue y no de cómo se encuentra en la realidad.
Fluorescencia: Tecnología utilizada para identificar características materiales del objeto. Permite elegir mejor la técnica de modelado digital a partir de los datos obtenidos de su aplicación.
Rayos T: Tecnología que nos da la capacidad de ver a través de objetos. Los rayos T son utilizados en la restauración de obras de arte convencional para determinar los bocetos a lápiz de una pintura sin dañar la pintura adyacente.
Anastilosis virtual: Recomposición, a partir de un modelo virtual 3D de su estado de conservación, de las partes existentes pero desmembradas en un modelo virtual con objeto de recuperar visualmente lo que existió en algún momento anterior al presente.
Restauración virtual: Reordenación, a partir de un modelo virtual 3D de su estado de conservación, de los restos materiales existentes con objeto de recuperar visualmente lo que existió en algún momento anterior al presente.
Reconstrucción virtual: Intento de recuperación visual, a partir de un modelo virtual, en un momento determinado de una construcción u objeto fabricado por el ser humano en el pasado a partir de las evidencias físicas existentes sobre dicha construcción u objeto, las inferencias comparativas científicamente razonables y en general todos los estudios llevados a cabo por un equipo multidisciplinario.
Recreación virtual: Intento de recuperación visual, a partir de un modelo virtual de cualquier tipo, del pasado en un momento determinado de un sitio arqueológico, incluyendo cultura material (patrimonio mueble e inmueble), entorno, paisaje, usos, y en general significación cultural.
Hipótesis virtual arqueológica: Conjunto de afirmaciones de carácter hipotético y consensuado, que en su combinación definen y determinan la propuesta virtual, total, parcial o fragmental de un bien del Patrimonio Arqueológico, en un espacio y tiempo determinado. Esta define una imagen virtual de un bien arqueológico a partir de cómo creamos que fue y no de cómo se encuentra en la realidad.
Fluorescencia: Tecnología utilizada para identificar características materiales del objeto. Permite elegir mejor la técnica de modelado digital a partir de los datos obtenidos de su aplicación.
Rayos T: Tecnología que nos da la capacidad de ver a través de objetos. Los rayos T son utilizados en la restauración de obras de arte convencional para determinar los bocetos a lápiz de una pintura sin dañar la pintura adyacente.
Reflexión
Este
tema me ha ayudado a estar aún más convencida de que las visualizaciones
asistidas por ordenador son el futuro en temas patrimoniales. Las
reconstrucciones virtuales y todas sus variantes (restauración, anastilosis y
recreación) son muy beneficiosas para la investigación, conservación y difusión
de nuestro Patrimonio ya que estas no perjudican de modo alguno al bien
patrimonial original. Estas pueden ser modificadas o eliminadas cuando
consideremos oportuno.
También
me gustaría recalcar la problemática que existe en relación a la diferenciación
entre reconstrucción, restauración, anastilosis y recreación virtual. Durante
mi investigación esta semana me he dado cuenta de que no existe todavía, me
imagino debido a la juventud de esta disciplina, una idea clara por parte de
los investigadores de la diferencia entre estos cuatro tipos de
reconstrucciones virtuales. Son numerosos los artículos en los que las
denominaciones no corresponden con el contenido de este. Este es un tema que
habría que resolver lo antes posible ya que pueda llevar a confusión a la
comunidad científica y público en general.
Materia
aprendida
Capacidad para utilizar y desarrollar metodologías, técnicas, programas, normas y estándares de representación gráfica en torno a la reconstrucción y anastilosis virtual.
Aptitud para conceptualizar y fundamentar los procesos de investigación.
Aptitud para la reflexión teórica sobre las técnicas, herramientas y procedimientos digitales necesarios para estos procesos.
Capacidad para asumir la investigación sobre el patrimonio como una actividad multidisciplinar.
Aptitud para estructurar y llevar a cabo un proceso de investigación.
Aptitud para comprender y asumir los límites competenciales de la actividad que se plantea en este curso.
Capacidad para generar reflexiones y conclusiones útiles a partir de las herramientas y los recursos digitales.
Capacidad para utilizar y desarrollar metodologías, técnicas, programas, normas y estándares de representación gráfica en torno a la reconstrucción y anastilosis virtual.
Aptitud para conceptualizar y fundamentar los procesos de investigación.
Aptitud para la reflexión teórica sobre las técnicas, herramientas y procedimientos digitales necesarios para estos procesos.
Capacidad para asumir la investigación sobre el patrimonio como una actividad multidisciplinar.
Aptitud para estructurar y llevar a cabo un proceso de investigación.
Aptitud para comprender y asumir los límites competenciales de la actividad que se plantea en este curso.
Capacidad para generar reflexiones y conclusiones útiles a partir de las herramientas y los recursos digitales.
Contenido
práctico
·
Actividades
Las
actividades de esta semana no han sido muy complejas. A la primera de ellas ha
habido que dedicarle varias horas de búsqueda por internet para encontrar cinco
imágenes gráficas de diferentes
proyectos de Reconstrucción Virtual, de cada una de las tipologías explicadas en el
temario (reconstrucción, recreación anastilosis y restauración). Esto nos ha
servido para afianzar conceptos. De entre los ejemplos encontrados el que más
me llamó la atención, porque no sabía que esto se hacía, fue la restauración virtual
de códices de la National Library of Florence.
La segunda actividad ha consistido en
diseñar un proyecto teórico sobre una reconstrucción virtual ideal sobre una domus romana. Esta actividad ha sido
interesante ya que nos hemos metido en la piel del investigador que debe
plantear una hipótesis virtual arqueológica con el fin de crear una
reconstrucción virtual.
·
Prueba objetiva
En
cuanto a la prueba objetiva tampoco ha sido complicada. En esta quedan
recogidos los conceptos más importantes del temario. Por un lado hemos tenido
que desarrollar la idea de cómo debería de ser a nuestro juicio una buena
reconstrucción virtual arqueológica. Para ello nos hemos tenido que basar en
los Principios de Sevilla. Además hemos tenido que contestar a una serie de
preguntas cortas sobre qué es una hipótesis virtual arqueológica o ver las
diferencias fundamentales entre los diferentes tipos de reconstrucciones
aprendidas en esta unidad.
Reproducción
Mientras
realizaba las actividades me sorprendió mucho el “Progetto Mantegna”, llevado a cabo por el departamento de Física de la Universidad de Padua.
Restauració de pintura - 16 diciembre, 2011
Padua,
Mantua y Verona son las protagonistas del 5° centenario de la muerte de Andrea
Mantegna, recordado con tres exposiciones y otros actos paralelos, entre los
que destaca, por su importancia y por el trabajo de restauración llevado a
cabo, la apertura al público de la capilla Ovetari, en la iglesia de los
Eremitani.
La ciudad
de Padua había contado ya con la presencia de Giotto, encargado de la
decoración de la capilla de los Scrovegni (inicios del siglo xiv). Donatello y
Mantegna trabajaron en la ciudad a mitad del siglo XV contribuyendo a la
creación de un lenguaje renacentista que se impuso en los centros artísticos
del norte de Italia. Donatello llegó a Padua hacia finales de 1443 y en ella
permaneció hasta 1454 trabajando el crucifijo de la basílica de san Antonio y
el monumento ecuestre de Gattamelata. Mantegna, en cambio, nació cerca de la
ciudad en 1431 y no la abandonó hasta 1460.
La
atracción que generan estos dos artistas es patente en los numerosos talleres
artísticos activos en la ciudad, entre ellos el de Nicolò Pizolo que en 1448
recibió el encargo con Andrea Mantegna, Antonio Vivarini, Giovanni d’Alemagna,
Ansuino da Forlì y Bono de Ferrara, de decorar la capilla funeraria de la
familia Ovetari, consagrada a Santiago el Menor y a san Cristóbal. Mantegna
trabajó en ella desde 1448 hasta 1457 en un clima de gran rivalidad con Nicolò
Pizolo, quien no acabó su trabajo, ya que murió en 1453.
La capilla Ovetari: historia de una destrucción
El 11 de
marzo de 1944 un bombardeo destruyó el ábside de la iglesia de los Eremitani,
parte de la nave lateral y totalmente las capillas Dotto y Ovetari. Fue el
evento más trágico y destructivo de un proceso de deterioro que preocupaba ya a
mediados del siglo XIX.
Reconstruir
la historia de este proceso ha sido el primer paso de su restauración,
especialmente por lo que a arquitectura se refiere, que ha tenido como objetivo
devolver a la capilla su estructura originaria, anulando una serie de
intervenciones y añadidos perpetrados a lo largo de los siglos. La historia nos
explica también el porqué del mal estado de conservación de algunos frescos y
cómo fue que se salvaron de la bomba de 1944.
Desde
mediados del siglo xix abundan las referencias a problemas de conservación de
los frescos, así como las opiniones a favor de una restauración. La humedad que
subía por capilaridad del pavimento a través de los muros había dañado las
pinturas bajas. En particular, la más afectada era el Martirio de san Cristóbal, en la parte inferior de la
pared derecha. Cuando en 1870 se lanzó la enésima alarma sobre el deterioro de
esta escena, se optó por una intervención de fijación con cera, a pesar de
saberse que producía una alteración de los colores. Pronto se hizo evidente que
este intento de consolidación no había dado los frutos deseados, de manera que
en 1886 se decidió arrancar esta escena conjuntamente con la del Traslado del cuerpo de san Cristóbal. El pintor
Antonio Bertolli fue el encargado de la operación y, visto el éxito, arrancó
también la Asunción cuatro años más tarde.
Entrado el
siglo XX, concretamente en 1925, se realizaron obras en la iglesia para
restituirle su “carácter primitivo”. A partir de ese momento las pinturas de la
capilla se podían contemplar desde la nave central. Más adelante, para celebrar
el 5° centenario del nacimiento de Mantegna, en 1931 se colocó el altar en el
centro de la capilla y se rehízo todo el pavimento en un intento de frenar la
humedad.
Durante la
Primera Guerra Mundial hubo en Italia una gran preocupación por salvaguardar
las obras de arte. La capilla Ovetari se protegió con el blindaje del techo y
una protección interna con tirantes de hierro. En cambio, la única medida que
se tomó durante la Segunda Guerra Mundial fue el traslado de los frescos
arrancados a un lugar seguro. Así se explica que se salvaran de la bomba que
convirtió la capilla en un montón de ruinas.
1. Capilla Ovetari. La ilustración
muestra las escenas de la decoración de la capilla y el nombre de sus
artífices. En color rojo, los frescos recompuestos por el Laboratorio Mantegna.
En color azul, los frescos arrancados a finales del siglo XIX, los restaurados
con anterioridad por Cesare Brandi y aquellos que no ha sido posible restaurar
porque se conservan pocos fragmentos o están muy deteriorados (Fotografía:
Laboratorio Progetto Mantegna).
1. Nicolò Pizolo (?), San Jaime (perdida en el siglo XVIII)
2. Andrea Mantegna, San Pedro
3. Nicolò Pizolo, Padre eterno bendiciendo
4. Andrea Mantegna, San Pablo
5. Andrea Mantegna, San Cristóbal
6. Nicolò Pizolo, San Jerónimo
7. Nicolò Pizolo, San Ambrosio
8. Nicolò Pizolo, San Gregorio
9. Nicolò Pizolo, San Agustín
10. Andrea Mantegna, la Asunción
11. Antonio Vivarini y Giovanni d’Alemagna, San Juan evangelista
12. Antonio Vivarini y Giovanni d’Alemagna, San Lucas evangelista
13. Antonio Vivarini y Giovanni d’Alemagna, San Mateo evangelista
14. Antonio Vivarini y Giovanni d’Alemagna, San Marcos evangelista
15. Andrea Mantegna y Nicolò Pizolo, Cabeza de toro y guirnaldas
a. Andrea Mantegna, Cabeza colosal
b. Nicolò Pizolo, Cabeza colosal
16. Andrea Mantegna y Nicolò Pizolo, Serafines y querubines
17. Andrea Mantegna, Vocación de san Jaime y san Juan
18. Andrea Mantegna, Predicación de san Juan
19. Andrea Mantegna, San Jaime bautizando a Hermógenes
20. Andrea Mantegna, Juicio de san Jaime
21. Andrea Mantegna, Milagro de san Jaime
22. Andrea Mantegna, Martirio de san Jaime
23. Ansuino da Forlì (?), Despedida de san Cristóbal
24. Ansuino da Forlì (?), San Cristóbal y el rey de los diablos
25. Bono da Ferrara, San Cristóbal atravesando el río con el niño Jesús a hombros
26. Ansuino da Forlì, Predicación de san Cristóbal
27. Andrea Mantegna, Martirio de san Cristóbal
28. Andrea Mantegna, Transporte del cuerpo de san Cristóbal
Historia de una recomposición parcial
Sin perder
tiempo, se recogieron los fragmentos de la destruida capilla, operación que
lamentablemente se realizó sin criterio y sin tutela, pero no hay que olvidar
que se trataba de un periodo bélico. Se arrancaron y se traspasaron a lienzo
las zonas pictóricas que habían quedado en algunas partes de las paredes en
ruina. Todo metido en cajas, se trasladó al Istituto
Centrale per il Restauro de
Roma.
Cesare Brandi,
que era en aquel entonces el director, se puso inmediatamente al frente de la
campaña de restauración. Con los fragmentos más grandes se recompuso la escena
de la Degollación de Santiago,
utilizando una técnica innovadora para la época: se hizo una impresión
fotográfica sobre tela de la pintura y sobre ella se fueron colocando los
fragmentos, llenando las lagunas con la técnica del rigatino. Otros frescos que se recompusieron, gracias
a un trabajo que duró años, fueron: una parte de la escena de Santiago ante Herodes Agripa, San Cristóbal poniéndose al servicio del rey de los diablos, San Cristóbal cruzando el río con el niño Jesús a hombros y
la Predicación de san Cristóbal.
A medida que se iba completando la restauración, las pinturas se colocaban en
la capilla, rápidamente reconstruida en un año.
2. La capilla Ovetari antes de su
destrucción (Fotografía: Archivio fotografico Soprintendenza per i beni
architettonici del Veneto orientale). 3. La iglesia después del bombardeo de
1944 (Fotografía: Archivio fotografico Soprintendenza per i beni architettonici
del Veneto orientale). 4. Maqueta de la iglesia después Degli Eremitani después
del bombardeo (Fotografía: Archivio fotografico Soprintendenza per i beni
architettonici del Veneto orientale).
El proyecto Mantegna
En 1992
las cajas con los fragmentos salvados se encontraban nuevamente en Padua. Un
par de años después, la Sopraintendenza
per i beni storici e artisticidel
Véneto encargó una operación de inventariado y conservación de los fragmentos
para saber cuál era su estado y poder intervenir, protegiendo y consolidando
allí donde fuera necesario. El proyecto tenía también otra finalidad: valorar
la posibilidad de reconstruir otras zonas de pintura usando tecnología
informática.
Las
dificultades eran muchas, empezando por el elevado número de fragmentos
conservados, unos 80.000. Además, como ya ha sido mencionado, los fragmentos se
habían recogido rápidamente, sin criterios espaciales ni figurativos. Por otro
lado, los trozos que habían quedado en la parte baja de las cajas se habían
desmenuzado.
Se inició
con la compra de cajas nuevas con cajones, en las cuales se dispusieron los
fragmentos por clases homogéneas: verdes, azules, dorados, dibujos monocromos,
etc. y allí donde era posible por subcategorías, por ejemplo, azules con
dorados. A continuación se marcaron con una identificación alfanumérica: el
número identificaba la caja y la letra el cajón.
En
concreto, se intervino sobre los fragmentos según una secuencia de operaciones:
- Prefijación, cuando era necesaria, de la película pictórica con resina acrílica disuelta en agua (Primal® AC-33 disuelto en agua en proporción 1:10).
- Limpieza superficial del polvo con un pincel suave.
- Remoción de polvo y depósitos grasos de la película pictórica con esponjas y pinceles con una disolución acuosa de pH ligeramente básico.
- Limpieza con agua destilada.
- Unión con adhesivo cianoacrilato de los fragmentos para los que se había encontrado puntos de unión seguros.
- Consolidación de la parte trasera con resina acrílica en solución (Paraloid® B-72 en diluyente Nitro® al 3%).
- Una vez evaporado el solvente, numeración de los fragmentos en la parte posterior. [1]
- Prefijación, cuando era necesaria, de la película pictórica con resina acrílica disuelta en agua (Primal® AC-33 disuelto en agua en proporción 1:10).
- Limpieza superficial del polvo con un pincel suave.
- Remoción de polvo y depósitos grasos de la película pictórica con esponjas y pinceles con una disolución acuosa de pH ligeramente básico.
- Limpieza con agua destilada.
- Unión con adhesivo cianoacrilato de los fragmentos para los que se había encontrado puntos de unión seguros.
- Consolidación de la parte trasera con resina acrílica en solución (Paraloid® B-72 en diluyente Nitro® al 3%).
- Una vez evaporado el solvente, numeración de los fragmentos en la parte posterior. [1]
Además,
todos los fragmentos se fotografiaron por delante y por detrás. Con esta
documentación se creó un inventario digital que, con la aplicación de los
algoritmos matemáticos adecuados, permitió “jugar” con los fragmentos sin
tocarlos y, por tanto, sin deteriorarlos.
Las
principales dificultades con las que habían chocado anteriores intentos de
reconstrucción con modalidad tradicional, residían en el hecho que no era
posible individuar la zona de procedencia ni la orientación del fragmento.
Además, dadas sus dimensiones y características, el método de recomposición no
podía basarse en la forma del contorno sino que se debía trabajar considerando
sólo el contenido de información de cada pedazo individual. Por esto, el número
de combinaciones posibles aumentaba extremadamente, con el peligro de dañar los
fragmentos a causa de las múltiples manipulaciones que habrían sido necesarias.
Naturalmente, se trataría de un proceso largo, complicado y caro.
Una vez
realizado el catálogo digital, el paso siguiente fue imprimir a tamaño natural
las escenas de todas las paredes para utilizar esas impresiones como ayuda y
confirmación de la posición de los fragmentos. Para ello se trabajó con las
fotografías que hicieron los hermanos Alinari y Domenico Anderson [2] a finales del siglo xix, pero aquí se tropezó con otros
obstáculos. Para empezar, eran fotografías en blanco y negro. Además, las
dimensiones actuales de la capilla no coinciden exactamente con las anteriores
a 1944, por lo que las fotografías se tuvieron que distorsionar levemente. No
tenía solución, en cambio, el hecho de que nunca se fotografió la decoración
pictórica en su totalidad: faltaban los marcos pintados que delimitaban las
escenas. Fue necesario hacer una integración virtual.
Con la
base de datos digital y las reproducciones más o menos exactas, mediante
técnicas de reconocimiento de la imagen, era posible calcular, con un bajísimo
porcentaje de error, la posición y orientación de cada fragmento. Este proceso
se denominó “anastilosis informática”. Respecto al método tradicional, la
conservación era más segura y menor el coste económico, de tiempo y humano.
La
anastilosis informática, que detallaremos a continuación, se completó con una
investigación documental histórica y con un estudio de los colores y de las
pinceladas de los frescos conservados. Se extrajeron micromuestras de los
principales colores (violeta, amarillo, naranja, rojo, azul, verde y blanco) y
se observaron secciones transversales lúcidas con microscopia óptica (MO) y
electrónica de rastreo (SEM). El estudio se enriqueció con el microanálisis por
energía dispersiva, con la finalidad de determinar cualitativa y
semicuantitativamente los elementos químicos presentes en las capas de color y
de preparación.
El método de los armónicos circulares
El análisis
matemático de la reconstrucción se basó en el reconocimiento óptico de objetos
y trabajó comparando la imagen de un fragmento con la del contexto pictórico de
donde provenía. El principal inconveniente que se presentó recayó en la
compatibilidad: había diferencias técnicas importantes entre el archivo digital
de fragmentos y las fotografías conservadas de las escenas pictóricas. Además,
fue necesario convertir en gamas de gris las imágenes de los fragmentos pues
las fotografías eran en blanco y negro. Así y todo, el instrumento matemático
era bastante “tolerante” y en la mayoría de los casos consiguió individuar la
posición del fragmento con una incertidumbre aceptable.
Una vez
encontrada la posición del fragmento, fue necesario concretar su correcta orientación.
Hacer calcular al ordenador todas las posibles combinaciones, hubiera
representado una cantidad de tiempo irracional, de manera que se debía
encontrar un método capaz de calcular la posición y la orientación del
fragmento en un tiempo aproximado de un minuto.
El método
de análisis utilizado se basó en el presupuesto teórico fundamental de que una
imagen digital puede descomponerse y recomponerse por medio de un conjunto de
imágenes-base que son sustancialmente invariables respecto a la rotación: la
comparación de esta descomposición del fragmento en invariantes-base con la
relativa del fresco era suficiente para establecer si coincidían o no. Con
esto, se eliminó el tener que probar por tanteo la mejor rotación posible
sobreponiendo píxel por píxel, con una reducción importante del tiempo de
cálculo. [3]
¿Cómo se
realizó la búsqueda de la posición del fragmento? Con el cálculo de
probabilidades que el ordenador ejecuta rápidamente recorriendo a uno de los
algoritmos más importantes de todo el tratamiento digital de las señales, el
llamado Fast
Fourier Transform (FFT).
El FFT y
el reconocimiento rápido de las invariantes por rotación fueron los
ingredientes del algoritmo inventado para el reconocimiento de las imágenes de
los fragmentos sobre las de los frescos. De esta manera, la imagen de un
fragmento se confrontó con las imágenes del fresco en todas las posiciones
posibles y se construyó un “mapa de correspondencia”: el punto de máxima
correspondencia era la posición que con mayor seguridad coincidía con el
original. El ordenador es capaz de realizar este análisis para un fragmento de
3 x 4 metros en 120 segundos.
En la
práctica, tomando en consideración las distorsiones, la tolerancia del método
permitió restringir la búsqueda de la posición de máxima correspondencia en el
interior de un grupo limitado de posiciones candidatas. Continuaba siendo
necesaria una confirmación por parte de un operador experto, pero el número de
posiciones candidatas que era necesario estudiar se había reducido. [4]
5. Fragmentos numerados de una caja (Fotografía:
Laboratorio Progetto Mantegna). 6. Ejemplo de mapa de correspondencia de una
porción circular de una imagen sobre la misma imagen (Fotografía: Laboratorio
Progetto Mantegna)
.
El trabajo realizado por el “Laboratorio Mantenga”
Entre 1998
y 2000 se llevó a cabo una experimentación del método con 100 fragmentos
correspondientes a la escena del Juicio
de Santiago (elegidos
porque algunos eran de fácil colocación a simple vista). Los resultados fueron
buenos y como consecuencia se propuso un proyecto a gran escala, llamado
“Proyecto Mantegna”, que se planificó entre 2000 y 2001, y que fue encargado al
Departamento de Física de la Universidad de Padua. Una vez realizados los tests
pertinentes sobre la nueva plataforma, se procedió a contratar a los
operadores, elegidos entre los estudiantes y licenciados provenientes de
diferentes facultades científicas y humanísticas de las Universidades de Padua,
Udine y Venecia.
El 22 de
octubre de 2001 el “Laboratorio Mantenga” inició su actividad, estructurada en
tres fases consecutivas:
- Fragmentación. El operador debía “recortar” de cada fragmento
digital una porción de forma circular lo más extensa posible y que contuviera
elementos pictóricos significativos.
- Elaboración. Dicha porción de fragmento era elaborada por el
ordenador sobre la escena elegida. El cálculo restituía una secuencia de
posiciones posibles ordenadas según el coeficiente de correspondencia (matching).
-
Análisis visual. El operador era capaz de leer el contexto en
que se posicionaban los fragmentos del ordenador en base a elementos objetivos:
contenido pictórico externo a la parte circular “recortada”, eventual
información sobre colores y contornos de fragmentos ya colocados, etc.
Analizaba la posición, la valoraba y confirmaba o negaba la efectiva
localización del fragmento. Todas las posibilidades venían dadas por el
ordenador en orden decreciente de coeficiente de correspondencia. El operador
tenía a mano un conjunto de instrumentos que facilitaban su trabajo: la
posibilidad de engrandecer o disminuir imágenes, de traducir la imagen a blanco
y negro para facilitar la comparación entre el fragmento y la fotografía del
fresco, de desenfocar el fragmento para que presentara una resolución igual a
la de la fotografía, etc.
7. Escena restaurada del Milagro de san Jaime yendo hacia
el martirio. Los recuadros rojos indican la posición de los detalles ampliados
(Fotografía: Laboratorio Progetto Mantegna). 7 a) Detalle (Fotografía:
Laboratorio Progetto Mantegna). 7 b) Detalle (Fotografía: Laboratorio Progetto
Mantegna). 7 c) Detalle (Fotografía: Laboratorio Progetto Mantegna).
Interpretación de los resultados
A inicios
de 2004 se decidió comparar la anastilosis matemática con el trabajo realizado
por un grupo de historiadores del arte. El primer paso fue una nueva lectura
del catálogo digital con la finalidad de identificar el contexto de procedencia
de los fragmentos. El examen demostró que no todos los fragmentos de las cajas
pertenecían a la decoración de la capilla Ovetari, sino que algunos eran lo que
quedaba de la decoración pictórica del presbiterio y de la capilla Dotto del
siglo XIII, partes de la iglesia también destruidas por la bomba.
Se
comprobó igualmente que la mayor parte de los fragmentos correspondían a elementos
arquitectónicos y decorativos que configuraban el marco arquitectónico de las
escenas. Por lo que se refiere a las partes figurativas de los frescos, los
fragmentos eran pocos y se reducían a algunos vestidos y armaduras, y muy pocos
restos de los rostros de los personajes. [5]
El
análisis de la diversidad pictórica de los fragmentos fue útil para intentar
una ulterior distinción de las diversas manos que intervinieron en el ciclo:
Antonio Vivarini, Giovanni d’Alemagna, Nicolò Pizolo, Andrea Mantegna, Bono da
Ferrara y Ansuino da Forlì. Para conseguirlo tuvo igualmente importancia el
estudio de las noticias que ofrecían los archivos y de los numerosos ensayos
críticos realizados en el siglo pasado.
Gran parte
de los fragmentos presentaban lagunas en la superficie pictórica, en algunos
casos debidas a la destrucción, en otros ya existentes con anterioridad (como
demuestran las fotografías). Las lagunas preexistentes podían ser un elemento
que ayudara a colocarlos en su posición original; en cambio, las lagunas
debidas a la destrucción podían dificultar la localización de la posición
original. Para ello, se creó un algoritmo de estimación y reconstrucción
virtual de la pintura caída, conocido con el nombre de inpainting/resynthesizing. Los fragmentos recompuestos
se volvieron a someter al proceso de cálculo. De esta manera se pudieron situar
fragmentos que se habían dejado de lado por su imposible colocación.
8. Escena restaurada del Juicio de
San Cristóbal. Los recuadros rojos indican la posición de los detalles
ampliados (Fotografía: Laboratorio Progetto Mantegna). 8 a) Detalle
(Fotografía: Laboratorio Progetto Mantegna). 8 b) Detalle (Fotografía:
Laboratorio Progetto Mantegna). 8 c) Detalle (Fotografía: Laboratorio Progetto
Mantegna).
La capilla Ovetari abierta al público
Sobre
paneles, reproduciendo en colores grises las escenas, se dispusieron los
fragmentos identificados, reintegrando las partes entre un fragmento y otro con
colores a la acuarela con el método del trazo vertical rigatino. De esta manera se respetaron los principios
de reconocimiento y reversibilidad, pero al mismo tiempo se restituyó a la
capilla su efecto decorativo y se revalorizó la pintura original. [6]
Actualmente,
la capilla se ofrece a la vista como un inmenso puzzle que va tomando forma,
por desgracia inacabado e inacabable, pero como decía el mismo Cesare Brandi: “…la
importancia del ciclo padovano es tal que no puede ser exagerada, e incluso la
reconquista de un solo decímetro cuadrado tiene una eficacia que ninguna
modestia puede esconder”. [7].
19. La capilla restaurada
(Fotografía: Laboratorio Progetto Mantegna).
[1] Para que la numeración no se borrara
con el tiempo, se empleó rotulador negro con punta semirrígida, previo
tratamiento y consolidación de la parte trasera.
[2] Importantes como testimonios de las
pinturas de la capilla son los grabados, las copias y las fotografías
conservados. En 1867 Carlo Naya fotografió los frescos de Mantegna, una fecha
muy precoz para la historia de la conocida como fotografía de reproducción de
obras de arte. Naya dedicó una atención especial a los dos frescos que estaban
en peores condiciones. Sus fotografías son un testimonio importante por su
veracidad documental, ya que el autor no las retocó para esconder defectos de
la obra, práctica habitual en su época.
Más
adelante, en 1885 la comisión paduana para la capilla Ovetari encargó
fotografías de las fases que precedieron el arranque de las escenas del Martirio y Traslado del cuerpo de san Cristóbal. Entre
1885 y 1898 los hermanos Alinari y Domenico Anderson realizaron dos campañas de
documentación fotográfica que constituyen un instrumento insustituible para el
estudio de los frescos.
[3] La descomposición en imágenes-base
presenta otra ventaja: son poco sensibles a la presencia de distorsiones, es decir,
aunque una imagen esté distorsionada, sus imágenes-base no se verán
significativamente modificadas.
[4] Se verificó que en caso de que no
hubiera distorsiones, es decir, sin elementos de incompatibilidad, la primera
posición candidata que el ordenador sugería correspondiera en un 100% a la
posición original.
[5] Fue posible individuar muchos
fragmentos provenientes de áreas pictóricas de la capilla Ovetari para las que
no se había previsto la recomposición, como la tribuna absidal, o la bóveda y
la superficie interna del arco que separaba la capilla de la tribuna.
[6] Para dar una idea de lo que está
perdido sin remedio, una proyección no invasiva reproducirá las escenas de los
frescos de la pared norte y de la bóveda central, dando color a las escenas de
Mantenga.
[7] Cesare Brandi, “Il Mantenga
ricostituito, L’Immagine,
I (1947), p. 180.
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